Las zanahorias, sólo debes limpiarlas raspando la parte de afuera.
Los rábanos, los convertirás en rosas. Escoge los más redondos para que tengan la forma exacta para la rosa. Corta un poquito de la parte superior y de la parte inferior sólo para que quede limpio. Ahora tómalo en tu mano y corta un pétalo en la parte de abajo. (Ver foto)
Vas a necesitar cinco pétalos así que asegúrate que queden todos del mismo tamaño y que cortas hasta la parte de abajo sin que se despegue del rábano. (Ver foto)
Esa será tu primera fila
Ahora toma el cuchillo por su punta casi como tomas un lápiz y corta la corteza alrededor de cada pétalo. (Ver foto)
Ves que el rábano ya presenta dos colores y esto le dará ese toque bello que tendrá la rosa. Toma el rábano. Entre cada pétalo, corta otro hasta tener cinco nuevos.
Repite el segundo paso, cortando la corteza con mucho cuidado para que el pétalo quede al relieve. (Ver foto)
Harás estos cortes una vez más. Mientras más te acercas a la parte superior del rábano, más pequeña es su circunferencia y, por consiguiente, sólo tendrás cuatro pétalos en la tercera línea y tres en la parte superior. (Ver foto)
Limpia todas las cortezas. Asegúrate que las formas se vean lindas y ponlas en el cubo de agua con hielo. Este cubo lo dejarás en la nevera toda la noche para que los pétalos abran correctamente.
A los espárragos, le pelarás los tallos y los pasarás dos minutos por agua hirviendo para que su color resurja a un verde más brillante. Tendrás que cocinarlos en una olla de acero inoxidable (stainless steel) para que su color sea el correcto. Al cabo de dos minutos los sacarás y pondrás en otro cubo con agua con hielo para enfriarlos de inmediato.
Limpia el brócoli y sólo separa sus flores. Esto será la parte fácil de este arreglo.
Limpia la coliflor y también separa sus flores.
